
Torre Lascutana
Alcalá de los Gazules

En el Yacimiento Arqueológico de la Mesa del Esparragal, a escasos kilómetros de núcleo urbano de Alcalá de los Gazules, se encuentra la Torre Lascutana. Desde lejos parece vestigio aislado, pero ese bloque pétreo es la llave que abre la memoria de un lugar ocupado (con pausas y transformaciones) desde la antigüedad hasta la Edad Media.
El Bronce de Lascuta: un decreto con historia
El hallazgo más célebre de este lugar es el llamado Bronce de Lascuta, una placa de bronce datada en el año 189 a.C. que contiene un decreto pretoriano en latín. Según las fuentes locales, este documento es de los más antiguos hallados en la Península Ibérica y confirma el nombre romano de la "Turris Lascutana".
Sin embargo, algunas investigaciones recientes relativizan su hallazgo en la meseta: el historiador Ismael Almagro plantea que pudo encontrarse en la parroquia de Alcalá de los Gazules, aunque su contenido sigue vinculando el documento con Lascuta.

Transcripción: L(UCIUS) AIMILIUS L(UCII) F(ILIUS) INPEIRATOR DECREIVIT, UTEI QUEI HASTENSIUM SERVEI IN TURRI LASCUTANA HABITARENT, LIBEREI ESSENT; AGRUM OPPIDUMQU(E), QUOD EA TEMPESTATE POSEDISENT, ITEM POSSIDERE HABEREQUE IOUSIT, DUM POPLUS SENATUSQUE ROMANUS VELLET. ACT(UM) IN CASTREIS A(NTE) D(IEM) XII K(ALENDAS) FEBR(UARIAS)
Y su traducción: LUCIO EMILIO, HIJO DE LUCIO, IMPERATOR, DECRETÓ QUE LOS SIERVOS DE LOS HASTENSES QUE HABITABAN EN LA TORRE LASCUTANA, FUESEN LIBRES. ORDENÓ QUE TUVIERAN LA POSESIÓN Y CONSERVARAN LOS CAMPOS Y EL NÚCLEO URBANO QUE HUBIERAN POSEÍDO HASTA ESE MOMENTO, MIENTRAS QUISIERAN EL PUEBLO Y EL SENADO ROMANO. DADO EN EL CAMPAMENTO EL DOCE ANTES DE LAS KALENDAS DE FEBRERO (= 19 DE ENERO).
Nota: Lucio Emilio Paulo, miembro de una prestigiosa familia romana, fue "praetor" de la Hispania Ulterior entre 191 y 189 a. C.
La torre: piedra y memoria
El rasgo más visible del yacimiento es la torre, conocida como Torre de Lascuta o Torre de la Mesa del Esparragal. Su estructura mezcla mampostería romana y reutilización visigoda. Arquitectónicamente, es un torreón de planta rectangular con al menos dos plantas abovedadas, según registros de fortificaciones.
Ocupación prolongada y funciones estratégicas
Aunque no hay vestigios directos visibles del calcolítico más allá del emplazamiento privilegiado, la meseta ofrece un terreno naturalmente defendible.
Además, recientes estudios arqueológicos muestran que la torre podría haber servido para controlar el territorio: su base y dinteles parecen conservar elementos romanos, lo que sugiere una función original militar o de vigilancia.

El agua como recurso vital
Debajo de la torre se halla un manantial permanente, canalizado en dos pilones de piedra, que debió abastecer a los habitantes del entorno. Esta fuente era especialmente valiosa por estar en una meseta elevada.

El paisaje y la arqueología sobre el terreno
La meseta tiene una explanada rectangular inclinada, con un vértice geodésico, y en su superficie se observan numerosas piedras, fragmentos cerámicos y restos de muros. Todo indica que aquí hubo un núcleo urbano denso.
Monedas con iconografía púnica (como elefantes, palmas y espigas) han sido halladas en este lugar, lo que refuerza la hipótesis de una ocupación fenicio-púnica antes de la romana.

Debate histórico y arqueológico
No todos los estudios coinciden sobre la identificación exacta del yacimiento con la Lascuta romana. Algunas investigaciones modernas sugieren que la ciudad podría haber estado desplazada algunos kilómetros, o que la torre es solo uno de varios núcleos del territorio lascutano.
Voces autorizadas proponen que además de la torre podría haber existido una ciudad en el casco actual de Alcalá de los Gazules, lo que matiza la lectura tradicional del yacimiento.
Patrimonio y visita turística
Hoy, el Yacimiento de la Mesa del Esparragal es parte de las rutas patrimoniales de Alcalá de los Gazules. Desde el pueblo, se puede acceder por un sendero de baja dificultad que atraviesa la sierra del Aljibe y conduce hasta la meseta y la torre. Los visitantes descubrirán no solo la torre sino también restos dispersos de muros, fragmentos cerámicos y una experiencia tangible del pasado romano y visigodo.



