Torre de la Morita

Benalup-Casas Viejas



A primera vista la Torre de la Morita, también conocida como Torre de Benalup,  se nos muestra como un cuerpo pétreo, tosco y silencioso en medio del paisaje dehesado de La Janda. Su silueta, de líneas sobrias y muros robustos, conserva la huella de siglos y  es, a la vez, vestigio militar, explotación agrícola convertida en fortaleza y detonante toponímico del propio municipio de Benalup-Casas Viejas.

Un origen andalusí con funciones mixtas

Los estudios locales y las fuentes consultadas coinciden en situar el origen de la torre entre los siglos XII y XIII, edificada sobre una alquería andalusí que cumplía una doble función: explotación agrícola y control estratégico del territorio. Estas construcciones del occidente gaditano no eran meras atalayas; eran centros de vida rural que, cuando la situación lo exigía, se convertían en puntos de vigía y defensa. La torre de Benalup conserva esa ambivalencia en su planta y en su simple entramado interior.

Arquitectura ruda y utilitaria

La Torre de la Morita no pretende la elegancia de un alcázar monumental: sus muros, levantados en piedra y reforzados con sillares en las esquinas, responden a una arquitectura práctica y defensiva. En su configuración se detecta una pequeña Torre del Homenaje, una estancia única con una ventana que aportaba luz y una entrada de reducidas dimensiones, rasgos que subrayan su carácter de fortificación rural más que de residencia señorial. En la fachadas se aprecian, aún hoy, tragaluces y huecos que fueron útiles tanto para la observación como para ventilar y iluminar los escasos ambientes interiores.

Entre la geografía y la política: Por qué importaba la torre

Situada en la confluencia de rutas que comunican la sierra con la costa y las marismas, la torre desempeñó un papel relevante para la vigilancia de movimientos y la protección de la riqueza agraria (huertas, campos y ganadería) que caracterizaba al valle de La Janda. Durante la Edad Media y la Edad Moderna el control de estos enclaves menores era estratégico: garantizar la seguridad de la producción y avisar a núcleos mayores ante incursiones era tan importante como la defensa de plazas fuertes. En este sentido, la torre funcionó como un eslabón de la red defensiva que enlazaba con otras fortalezas de la comarca.

La torre y el nombre del pueblo

No es casualidad que Benalup conserve en su topónimo la referencia a esta estructura: el vocablo «Ben-alup» remite a la antigua alquería y fue factor para la denominación histórica del lugar. La torre dio identidad a un territorio que, con el tiempo, fue articulándose en torno a otros núcleos (como las Casas Viejas) y vivió procesos de dependencia y, más tarde, de emancipación administrativa respecto a jurisdicciones cercanas.

Estado actual y acceso

La torre llega al siglo XXI con evidentes signos de desgaste: intervenciones parciales, pérdida de enlucidos y la inevitable acción de la vegetación y el tiempo. Fuentes de información turística advierten de que, en determinadas circunstancias, el monumento no es visitable al público por motivos de conservación y seguridad, por lo que conviene informarse previamente en la Oficina de Turismo de Benalup-Casas Viejas antes de planificar una visita. Aun así, su contemplación desde las vías de acceso cercanas permite imaginar su antigua función y disfrutar de un paisaje histórico pocas veces alterado por la modernidad.


Síguenos en Redes Sociales