
Jimena de la Frontera
En el Corazón de la RUTA DEL TORO Cádiz
En construcción. Disculpen las molestias!
Jimena de la Frontera, enclavada en el Parque Natural de los Alcornocales, es un municipio de la provincia de Cádiz que combina historia, cultura, naturaleza y tradiciones en un entorno único. El municipio tiene tres núcleos de población: Jimena de la Frontera, Estación de Jimena de la Frontera y San Pablo de Buceite.
Historia
Jimena de la Frontera, situada en pleno corazón del Parque Natural de los Alcornocales, es un municipio con una historia milenaria que refleja la riqueza cultural y estratégica de la región. Sus orígenes se remontan al III milenio a.C., como demuestran los abrigos rupestres de Laja Alta, donde se conservan pinturas esquemáticas que atestiguan la presencia de los primeros asentamientos humanos dedicados a la caza y los rituales de la época.
Durante la época fenicia, la zona estuvo vinculada a la ciudad de Oba, un asentamiento destacado por su actividad comercial y la acuñación de monedas con inscripciones libio-fenicias. Más tarde, bajo el dominio romano, Jimena se consolidó como un importante centro agrícola y comercial, con villae y estructuras vinculadas a la producción y el comercio regional.
Con la llegada de la Edad Media, la localidad pasó a formar parte de los reinos visigodo y bizantino antes de ser incorporada al territorio musulmán en el siglo VIII. Fue entonces cuando se construyó el castillo árabe de Jimena, un enclave defensivo de gran relevancia estratégica que controlaba las rutas hacia Gibraltar y el valle del río Guadiaro. La huella musulmana en la arquitectura y la organización urbana del municipio todavía puede apreciarse en su trazado y en algunos restos históricos.
Tras la Reconquista, en 1430, Jimena fue tomada por los Reyes Católicos y pasó a formar parte del Reino de Granada. Su carácter fronterizo condicionó su desarrollo, convirtiéndose en un punto clave para la defensa y el control del territorio. La población se organizó en torno al castillo y a la iglesia parroquial, consolidando una comunidad ligada a la agricultura, la ganadería y el comercio local.
Durante los siglos XIX y XX, Jimena de la Frontera experimentó un crecimiento agrícola notable, destacando cultivos de cereales, olivos y frutales, entre los que sobresalen las brevas, que se convirtieron en un símbolo de su riqueza natural y económica. Hoy, Jimena de la Frontera es un destino que combina historia, cultura y naturaleza, ofreciendo a visitantes, investigadores y estudiantes la oportunidad de descubrir un patrimonio histórico excepcional, tradiciones centenarias y un entorno natural protegido único en Andalucía.
Patrimonio Histórico
El patrimonio histórico de Jimena de la Frontera constituye un testimonio vivo de las distintas culturas que se asentaron en este estratégico enclave entre la Serranía de Ronda y el Campo de Gibraltar. Su localización, en un punto elevado y con vistas al valle del Guadiaro, hizo de Jimena de la Frontera un lugar codiciado por civilizaciones desde la Prehistoria hasta la Edad Moderna. Declarada Conjunto Histórico el 24 de febrero de 2004, Jimena de la Frontera está plenamente amparada por los valores históricos, artísticos y arquitectónicos que aún conserva en parte de su urbanismo.
Monumentos y edificaciones destacadas.
Castillo de Jimena de la Frontera (siglos VIII-XV): Declarado bien de interés cultural con la categoría de Monumento en 1931, es el edificio emblemático por excelencia de la ciudad. La fortaleza, probablemente levantada sobre las ruinas de la ciudad antigua de Oba y que cobrará su máximo esplendor por su fácil defensa y localización estratégica, en especial en época de la dominación musulmana y sobre todo, por su posición fronteriza.
Baño de la Reina Mora (siglos IX-X): A espaldas del castillo, existen restos en planta, probablemente de una iglesia mozárabe labrada en roca viva. El Baño de la Reina Mora tiene forma de pileta, por lo que ha adoptado este nombre legendario. Lo más probable es que se trate de una pila bautismal de tamaño natural para el bautismo por inmersión, práctica muy común entre los cristianos tempranos.
Reales Fábricas de Artillería (siglo XVIII): Pueden considerarse como los segundos altos hornos andaluces, tras el próximo de Cartajima. Surgen por el empeño puesto por Eduardo Boyetet, quien propuso al monarca Carlos III la fundición de artillería en la zona en 1761. Quedan restos de esta empresa a orillas del río Guadiaro, una fábrica que no llegó a funcionar en la finca conocida como La Fábrica de las Bombas. A orillas del Hozgarganta, en La Pasada de Alcalá, se levantan los restos más significativos, como el murallón.
Iglesia de la Misericordia (siglos XV-XVI): Coronando la ciudad y muy próxima al castillo, extramuros, existen restos de la iglesia gótica de la Misericordia: los muros, la bóveda, con crucería de piedra y plementos de ladrillo, además del arco toral ojival. Esta iglesia de una única nave se renovaría durante el siglo XVI, dados los detalles renacentistas con que cuenta como las semicolumnas del interior con capiteles jónicos, sobre las que descansan arcos de medio punto. Destacan en su arquitectura, su severa portada, con dintel recto y pilastras cajeadas y los arcos apuntados cegados de la parte inferior. En la actualidad, es la sede de la Oficina de Información Turística de Jimena de la Frontera.
Santuario de Nuestra Señora de los Ángeles (siglos XV-XVI): Se encuentra a unos 2 km del núcleo de Jimena. Construido a finales del siglo XV y reformado durante el XVII, albergó una comunidad de franciscanos y, tras la toma de Gibraltar por los ingleses, sirvió de refugio a las monjas de Santa Clara que huían del peñón. La iglesia del santuario de nave única cubierta de bóveda de cañón y lunetos que conduce a la capilla mayor cerrada por cúpula sobre trompas y coro alto a los pies.
Iglesia de Nuestra Señora de la Victoria (antiguo convento de Santa Ana) (siglo XVII): Situada en el barrio Alto, la iglesia es de dos naves y es aneja al antiguo convento de los frailes mínimos o victorios, quienes en torno a 1600 se instalaron en el lugar, haciéndose cargo de una capilla anterior dedicada a Santa Ana y cuya denominación persistió en el tiempo. Se encuentra muy reformada, con airoso campanario, portada muy simple y un hermoso patio. Las dos naves extrañamente articuladas y adosadas a la casa parroquial parecen formar parte de la antigua estructura. La iglesia debe su nombre actual a la patrona de Málaga. El origen de esta advocación se produce en el cerco de Málaga por los Reyes Católicos, que recibieron del emperador Maximiliano de Austria una imagen de la Virgen, a la que pusieron el nombre "de la Victoria".
Campanario de la iglesia de Nuestra Señora Coronada (siglo XVII): Campanario aislado en la plaza de la Constitución, emerge como único vestigio de la desaparecida iglesia de Nuestra Señora Coronada. La primera referencia que se tiene de La Coronada está en el libro de Fray Jerónimo de la Concepción sobre Cádiz y su provincia, publicado en los Países Bajos y en 1690. Dicha parroquia, ya en el siglo XVIII (correspondencia de 1736 en los archivos diocesanos) amenazaba ruina, y tras su demolición en 1946 quedó el campanario como testigo de su existencia. Es una torre prismática de dos cuerpos, el inferior un recio paralelepípedo con escalera de caracol interior para acceder al cuerpo superior o de campanas, con cuatro vanos, en tradicional ladrillo visto y ochavado.
Ermita del Consuelo: Antigua capilla, en el núcleo de Jimena. Es un edificio desacralizado con portada de ladrillo visto y arco de medio punto.
Casa de la Memoria de La Sauceda: Recuerda los hechos en El Marrufo durante la guerra civil española.
Sitios arqueológicos y restos menos visibles.
Pinturas rupestres de la Cueva de la Laja Alta, donde se puede apreciar una muestra del arte rupestre prehistórico. Laja Alta se trata de un abrigo, al fondo de la Garganta de Gamero, en un lapiaz de arenisca silícea, con pinturas rupestres de arte esquemático. En las paredes, con trazos rojos y negros hechos con los dedos preferentemente, se siluetean figuras antropomorfas, cuadrúpedos, motivos geométricos, símbolos y una completa escena naval en la parte inferior, con ocho barcos cuyas formas, variadas en tamaño y elementos de la navegación, nos sitúan en fechas posiblemente anteriores al 4000 a. C. Esta cueva es la única donde se representan escenas marítimas con grupos de barcos.
Necrópolis de Buceite: Existen restos arqueológicos de una necrópolis bizantina cercana a San Pablo de Buceite, donde destacan los restos funerarios y las monedas. En los años cincuenta fue encontrada una tumba bizantina en el cerro de Los Zarzales. En su interior había una vasija de barro y una lámpara de aceite de bronce, de origen bizantino, que podría situarse cronológicamente entre los siglos VI y VII. Esta lucerna se encuentra en el museo municipal de San Roque.
Cultura
Festividades y tradiciones locales.
Artesanía. oficios locales y gastronomía.
Patrimonio inmaterial: relatos, leyendas, música.