Iglesia de Santa María la Mayor La Coronada
Medina Sidonia
En el casco antiguo de Medina Sidonia, una de las poblaciones más antiguas de la provincia de Cádiz, se alza la Iglesia de Santa María la Mayor La Coronada, un templo que sintetiza siglos de historia, arte y devoción.
Los orígenes: Del solar mozárabe y mudéjar al gran templo gótico-renacentista
El emplazamiento de la iglesia ya es por sí un testimonio de continuidades: según la descripción patrimonial, fue erigida "sobre la antigua mezquita mayor de la ciudad musulmana". Antes de la construcción actual, se documenta una parroquia auxiliar, y el actual claustro conservaría rastros de estilo gótico-mudéjar, lo que sugiere que el primitivo edificio cristiano se asentó sobre ese terreno con memoria islámica.
La obra del templo que vemos hoy se inicia hacia 1518 a instancias de Juan Alonso Pérez de Guzmán, VI Duque de Medina Sidonia, y concluye alrededor de 1615 bajo la supervisión de su sucesor, el VII Duque. Este periodo la sitúa en plena época de transición: la arquitectura mezcla aún rasgos góticos, especialmente en la planta de tres naves y la disposición general, con ya un lenguaje renacentista y plateresco en los detalles.
Por ejemplo, la portada principal es de estilo herreriano (un renacimiento tardío en la península), enmarcando las esculturas de Santa María la Coronada flanqueada por San Pedro y San Pablo —todas ellas de mármol italiano del siglo XVII.
Así pues, la iglesia es un microcosmos de la historia artística andaluza: erigida sobre huellas musulmanas, con elementos mudéjares, levantada en estilo gótico tardío, y rematada con portadas y torre de corte renacentista/herreriano.
Arquitectura, interiores y torre: Una lectura monumental
El templo consta de tres naves y planta de cruz latina, con el ensanche de la nave central y el crucero. La capilla mayor, en la cabecera, está cubierta por una bóveda plateresca finamente labrada, lo que añade un matiz refinado al conjunto constructivo.
La Torre-campanario, que puede observarse desde diversos puntos de la villa, se adosa a la fachada norte y consta de tres cuerpos, el último coronado por un templete y cúpula, y finalizada en 1623. Su sobrio estilo escurialense se atribuye al maestro mayor Agustín de Argüello.
El claustro, de planta rectangular, aparece como una pieza más antigua (posiblemente una fase de transición) con estilos mudéjares visibles en su ladrillo y vanos.
Arte, retablo mayor y detalles que fascinan
En su interior, la iglesia custodia auténticos hitos del arte sacro en Andalucía:
El magnífico Retablo Mayor, considerado uno de los mejores de la diócesis de Cádiz, mide 15 metros de altura por 6,80 de ancho y cuenta con 168 imágenes, de las cuales aproximadamente 80 son de cuerpo entero. Fue concebido entre 1553 y 1584 y participaron en él destacados escultores como Roque Balduque y Juan Bautista Vázquez el Viejo (1575), así como a Miguel Vallés (1584).
Una talla del Cristo del Perdón fechada en 1679, obra de Pedro Roldán, forma parte también del rico mueble escultórico del templo.
Una custodia del Corpus y una cruz procesional, de estilo gótico-plateresco y mudéjar, atribuidas al orfebre sevillano Juan Tercero en 1575.
En su retablo de la Virgen de la Antigua (en la nave de la epístola) encontramos una obra rococó de segunda mitad del siglo XVIII que integra piezas de diversos materiales, estilos y cronologías: óleos sobre cobre y piedra de ágata, esculturas en barro cocido, cera y madera policromada, piezas atribuidas a escuelas del XVII y XVIII.
Estos elementos convierten la iglesia no sólo en un edificio para visitar, sino en un catálogo abierto de arte sacro, con la posibilidad de observar capas de historia desplegadas al mismo tiempo.
Patrimonio y devoción
La iglesia fue declarada Monumento Histórico-Artístico Nacional el 3 de junio de 1931, lo que equivale hoy a su catalogación como Bien de Interés Cultural (BIC).
Desde el punto de vista devocional y comunitario, la iglesia ostenta el título de "Iglesia Mayor y Matriz" por Real Cédula de Carlos III de 6 de marzo de 1788. Las múltiples intervenciones de restauración, conservación y puesta en valor (como la del grupo escultórico "Santa Cena" del retablo, que fue intervenido en 1992-1993 por la Junta de Andalucía) atestiguan su importancia local e histórica.
