
Iglesia de San Juan de Dios
Medina Sidonia

En Medina Sidonia, una de las villas más antiguas de Andalucía, se levanta con discreta solemnidad la iglesia dedicada a San Juan de Dios, un templo que encierra en sus piedras la memoria de los enfermos, de la caridad religiosa y de los vaivenes del tiempo.
Los orígenes: Ermita, hospital y congregación
El solar sobre el que se levanta esta iglesia guarda huellas que se remontan a la época en que los vínculos entre medicina, asistencia y espiritualidad se tejían bajo el signo de la hospitalidad cristiana. Todo comenzó como una antigua ermita dedicada a San Sebastián, situada extramuros de la villa, en un espacio donde también se encontraba un cementerio para víctimas de epidemias.
En 1579 se instala la comunidad de los Orden de los Hermanos Hospitalarios de San Juan de Dios con el propósito de fundar un hospital bajo la invocación del Santo Nombre de Jesús, en ese lugar de devoción y de necesidad social.
Gracias al impulso de Cristóbal Patricio de la Gasca, canónigo natural de Medina Sidonia, en 1689 se acometió una importante reedificación que dotó al conjunto de enfermerías de invierno y verano, dormitorios y un gran patio, rematándose con una "elegante iglesia".

Arquitectura y arte: El templo que sobrevivió
Como resultado de sus diversas fases de construcción, la iglesia presenta una sola nave, cubierta por bóveda de cañón con lunetos, que se ensancha en su crucero (aunque éste no sobresale del plano de la nave principal). Sobre el crucero se eleva una cúpula sobre pechinas.
La fachada del templo es sencilla, con columnas toscanas adosadas flanqueando la puerta de entrada y una torre de planta cuadrada coronada por chapitel de cerámica vidriada.
En el interior destacan varios elementos artísticos que merecen la atención:
El Altar Mayor, donde aparece la imagen de San Juan de Dios junto a San José, San Antonio, San Rafael y San Miguel, y en la hornacina central la venerada imagen de la Nuestra Señora de la Salud.
La escultura del Santísimo Cristo de la Reconciliación y Paz, talla de bulto redondo en madera de cedro y pino de Flandes, con corona de espinas finamente labrada, obra atribuida a Juan Bautista Vázquez el Viejo.
Varias imágenes de devoción local: Santa Rosalía, San Sebastián, Nuestra Señora de Belén…
Así, la iglesia no solo cumple su función litúrgica, sino que se erige en testigo del arte devocional del Barroco gaditano y del compromiso hospitalario que caracterizó su presencia.

Crisis y transformación: Exclaustración, cambio de uso y restauración
El siglo XIX supuso un duro golpe para la institución que regía esta iglesia. En 1835, en el marco de las desamortizaciones en España, el conjunto hospital-conventual fue exclaustrado y vendido. Entre 1875 y 1878 se transforma en casa de vecinos, y al poco tiempo, en asilo de ancianos atendido por las Hermanitas de los Pobres. Posteriormente, en 1928, el antiguo hospital albergó un cuartel de la Guardia Civil.
Durante ese tránsito, la iglesia siguió funcionando, aunque sufrió cierres, amenazas de derrumbe y largos periodos de inactividad. En particular, el 4 de abril de 2014 fue cerrada por peligro de colapso, lo que impulsó un proceso de restauración que culminó con su reapertura el 17 de marzo de 2016.
Hoy, tras las obras de rehabilitación (que incluyeron la sustitución de la cubierta de madera por una estructura de hierro, la reparación de la torre y de la parte trasera del retablo), la iglesia acoge culto, catequesis y es sede de la Hermandad del Santísimo Cristo de la Reconciliación y Paz y Nuestra Señora de los Dolores.



