Gigantes del Pleistoceno

Tarifa



A orillas del Estrecho, donde hoy soplan vientos para el kitesurf y cruzan barcos entre dos mares, la roca guarda un relato sorprendente: la huella indeleble de animales que caminaron por estas playas hace casi ochocientos mil años. En el entorno de la Isla de las Palomas, en Tarifa, se han identificado más de seiscientas icnitas (pisadas fosilizadas) pertenecientes a grandes mamíferos del Pleistoceno temprano.

El hallazgo, presentado por equipos científicos andaluces dentro del proyecto Vestigium, sitúa a Tarifa en el mapa internacional de la paleontología.

Un tesoro fósil frente al Estrecho

Las huellas registradas, unas 600–635 según los estudios, muestran una diversidad faunística excepcional. Se han identificado rastros de artiodáctilos, entre ellos formas compatibles con antiguos bóvidos y parientes de las jirafas, así como grandes proboscídeos (antepasados de elefantes, mamuts o mastodontes) cuyas pisadas profundas revelan su imponente tamaño.

Este conjunto no sólo evidencia la riqueza del ecosistema pleistocénico, sino que sugiere antiguas conexiones biogeográficas entre África y la península ibérica.

Un viaje al Pleistoceno temprano

La datación sitúa estas huellas en torno a 778.000 años antes del presente, en pleno Pleistoceno inferior, una época de marcadas oscilaciones climáticas. Los paisajes costeros del Estrecho alternaban marismas, llanuras fangosas y bosques abiertos, y los niveles del mar fluctuaban tanto que pudieron abrir y cerrar pasos naturales entre continentes.

El yacimiento de Tarifa se convierte así en una pieza clave para comprender cómo se movían y dispersaban los grandes mamíferos entre África y Europa.

De una observación casual al estudio científico

Curiosamente, todo comenzó con la observación de un particular que advirtió formas extrañas en la roca. A partir de ahí, geólogos, icnólogos y paleontólogos confirmaron que se trataba de huellas fósiles excepcionalmente conservadas en un sustrato arcilloso antiguo.

Los investigadores han documentado recorridos en varias direcciones, lo que señala que la zona actuó como un área de tránsito repetido para estos animales.

Un yacimiento único en Europa

Hasta ahora, no se conocía en Europa continental un yacimiento con un repertorio tan amplio y bien conservado de huellas de grandes mamíferos del Pleistoceno temprano. Solo en dos lugares de Italia existen registros comparables. El de Tarifa, además de ser el más meridional del continente, aporta nuevas pistas sobre rutas de migración y cambios ambientales en la cuenca mediterránea.

La presencia de especies asociadas a faunas africanas abre, además, importantes interrogantes sobre la permeabilidad del Estrecho en tiempos remotos.

Un patrimonio natural que mirar con nuevos ojos

Tarifa ofrece ahora una dimensión más profunda de su historia: un lugar donde la geología conserva episodios que preceden con mucho a la presencia humana. Pero esta ventana al pasado es frágil. El entorno costero, expuesto a mareas y actividad humana, exige medidas de protección y divulgación responsable para garantizar su preservación.

Memoria de piedra en la frontera de dos mundos

Las huellas de la Isla de las Palomas nos invitan a caminar por el tiempo geológico. Bajo nuestros pies quedan rastros de migraciones, climas y vidas de un pasado remoto que ayudan a comprender mejor cómo se transformó el paisaje del sur de Europa. Leer estas huellas es recuperar una historia silenciosa que une ciencia, naturaleza y patrimonio en un mismo escenario: la Tarifa más antigua, la que existió mucho antes de que el hombre llegara a contarla.


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