Conjunto Histórico Tarifa

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Tarifa: historia viva entre murallas y vientos del Estrecho

A orillas del mítico Estrecho de Gibraltar, donde el Mediterráneo y el Atlántico se dan la mano, se alza Tarifa, una ciudad que conserva en su casco antiguo uno de los tesoros patrimoniales más singulares del sur de España. Declarado Conjunto Histórico en 2003, el corazón de Tarifa es un laberinto de calles blancas, murallas centenarias y vestigios que narran más de dos mil años de historia.

Una puerta entre dos mundos

La posición estratégica de Tarifa, en el punto más meridional de Europa continental, ha sido su destino y su fortuna. Desde la Antigüedad, fenicios, romanos, musulmanes y cristianos dejaron su huella en esta pequeña ciudad que ha sido, durante siglos, frontera, fortaleza y puerto. Su nombre procede del caudillo bereber Tarif ibn Malluk, quien desembarcó aquí en el año 710, un año antes de la invasión islámica de la península ibérica. A partir de entonces, la ciudad —entonces conocida como Al-Yazira Tarif— se convirtió en una plaza defensiva de gran relevancia para Al-Ándalus.

Las murallas y el Castillo de Guzmán el Bueno

El casco histórico de Tarifa aún se halla protegido por un impresionante recinto amurallado que ha resistido el paso de los siglos. El trazado medieval, de origen islámico, fue reformado tras la conquista cristiana en el siglo XIII, pero conserva tramos, puertas y torres que evocan su pasado de fortaleza.

Dominando la ciudad se encuentra el Castillo de Guzmán el Bueno, una de las fortalezas mejor conservadas de Andalucía. Mandado construir en el año 960 por el califa Abderramán III, este castillo fue protagonista de uno de los episodios más célebres de la historia medieval española: la defensa heroica de Alonso Pérez de Guzmán, quien prefirió sacrificar la vida de su hijo antes que entregar la plaza a los invasores benimerines. Ese acto de fidelidad dio origen al sobrenombre de "Guzmán el Bueno", que aún da nombre al monumento y a uno de los héroes más recordados del medievo peninsular.

Un urbanismo de raíz andalusí

Pasear por el casco antiguo de Tarifa es recorrer un entramado de calles estrechas y sinuosas, típicamente andalusíes, diseñadas para protegerse del sol y del viento de levante. Las casas encaladas, los patios floridos y los balcones de hierro forjado componen una estampa que apenas ha variado con el paso de los siglos.

Entre sus rincones más emblemáticos destacan la Puerta de Jerez, única entrada que se conserva del antiguo recinto amurallado; la iglesia de San Mateo, templo gótico-renacentista levantado sobre una antigua mezquita; y la Plaza de Santa María, donde se sitúa el Ayuntamiento, en un entorno que combina arquitectura tradicional y restos medievales.


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