
Calzada Romana Dehesa Boyal
Castellar de la Frontera

En la ladera que mira al tapiz verde del Parque Natural de Los Alcornocales, y a los pies del Castillo de Castellar de la Frontera, se conserva un tramo de camino que aún respira pasado: la conocida Calzada Romana Dehesa Boyal, tramo de la VIA LASCVTANA, que atravesaba la Bética de época romana uniendo el Valle del Guadalquivir con la Costa Gaditana. Lo que hoy es un sendero señalizado para senderistas y curiosos fue, en sus orígenes, una vía de comunicación romana construida (como tantas otras) sobre rutas aún más antiguas. Sus piedras, en algunos tramos perfectamente reconocibles, hablan de circulación comercial, administración imperial y movimientos que articularon la vida en el extremo sur de Hispania.
Un sendero que conserva la huella de Roma
Recorrer la calzada es transitar un espacio donde la historia y el paisaje se enlazan sin esfuerzo. El camino asciende entre alcornocales, jarales y relieves suaves, guiando al caminante hacia la fortaleza medieval que domina Castellar. Esa conexión visual y topográfica no es casual: las vías romanas eran auténticas arterias por las que fluía la economía y la organización del territorio, y muchas medievales heredaron esa estructura.

La prehistoria también dejó su firma
Mucho antes de que los romanos consolidaran estas rutas, las comunidades prehistóricas ya utilizaban estos pasos naturales. A lo largo del recorrido aparecen tumbas rupestres excavadas en la roca y otros vestigios que evidencian una ocupación humana milenaria. La calzada se convierte así en un palimpsesto histórico en el que conviven, estratificadas, las huellas prehistóricas, romanas, medievales y modernas.
Un trazado vivo, adaptado al senderismo actual
En la actualidad, la calzada forma parte de diferentes rutas de senderismo promovidas por el municipio y por redes comarcales. Varias variantes permiten paseos breves o trayectos más prolongados que conectan con otros caminos tradicionales. Los perfiles varían, pero la experiencia se repite: vistas amplias de valles, embalses y el castillo, acompañadas por el tacto del empedrado antiguo bajo los pies.

Patrimonio cultural y paisaje protegido
La puesta en valor de este camino romano no solo responde a su interés arqueológico: es también una herramienta para conservar y explicar el paisaje cultural de Castellar de la Frontera. La señalización y el mantenimiento permiten un disfrute seguro de un entorno que forma parte del valioso Parque Natural de Los Alcornocales, uno de los bosques mediterráneos mejor conservados de Europa.



