Acueducto de Tempul

San José del Valle

En la falda de la Sierra de las Cabras, en el término municipal de San José del Valle, brota el manantial de Tempul. Un agua milenaria que ha sido testigo de eras romanas, medievo árabe, y de los esfuerzos hidráulicos modernos. Este manantial y su canalización forman uno de los legados más asombrosos de la ingeniería hidráulica en la provincia de Cádiz, con el Acueducto de Tempul como protagonista.

Orígenes antiguos: Tempul-Gades, el acueducto romano

Los romanos ya conocían el manantial de Tempul y aprovecharon sus aguas para surtir a Gades (la actual Cádiz). Según las fuentes arqueológicas y los estudios del proyecto AQVA DVCTA, el acueducto romano de Gades tenía su cabecera en estos manantiales, se extendía por cerca de 75 kilómetros hasta Cádiz y combinaba distintos tramos: galerías subterráneas, túneles o minas, sifones, tramos elevados, canales enterrados.

Una técnica destacada: Los atanores — bloques de piedra machihembrada que formaban parte del conducto — por cuyos interiores el agua circulaba. En algunos lugares aún se conservan piezas de estas piedras ensambladas con mortero.

No se conoce con certeza quién inició la obra romana, aunque antiguas referencias le atribuyen su promoción a Lucio Cornelio Balbo "El Menor", un personaje destacado en la Hispania romana.

El uso del acueducto romano decayó probablemente en los últimos siglos del Imperio. Pero muchos vestigios se han conservado o reaparecen, y su trazado sirve hoy para comprender tecnologías, topografía y esfuerzo humano de hace dos mil años

Tempul en la Edad Media: Fortaleza y control documental

El entorno del manantial también tuvo importancia estratégica más allá del abastecimiento. En época árabe existía una fortaleza en Tempul, erigida sobre estructuras romanas anteriores, que dominaba el territorio, el control del agua, de las tierras.

El nombre Tempul podría venir del árabe tembul ("te mojas / te mojarás"), aludiendo al manantial, o de una versión latinizada Tempullus.

Durante la reconquista, el control de este manantial, de la fortaleza y del territorio fue disputado. En el siglo XIV, Tempul fue arrebatado a Algeciras por el infante don Pedro, y el término fue cedido a Jerez por privilegio real. 

El Acueducto moderno: Siglo XIX, ingeniería funcional

Con el tiempo, las crecientes necesidades urbanas —especialmente las de Jerez de la Frontera— hicieron necesaria una canalización moderna del agua del Tempul. En 1864 comenzó la construcción de un nuevo acueducto para abastecer a Jerez, y hacia 1869 ya estaba en funcionamiento.

El acueducto moderno tiene unas 46,432 metros de longitud desde la toma en el manantial hasta su llegada a Jerez. La conducción se realiza por gravedad, casi enteramente enterrada para protegerla, y atraviesa diversos obstáculos naturales mediante puentes, sifones, minas y galerías excavadas.

Una obra singular incluida en este sistema es el puente de San Patricio, que salva el río Guadalete, una de las estructuras notables dentro del trazado moderno.

Importancia y estado actual

El acueducto de Tempul es más que una vieja canalización: representa la continuidad de una relación entre hombre y agua, entre herencia romana y adaptación moderna, que forma parte del Patrimonio Hidráulico Andaluz.

Además del abastecimiento, el entorno natural del manantial de Tempul, la antigua fortaleza y los restos arqueológicos romanos crean un atractivo paisajístico y cultural. Sirven como punto de conexión entre historia y naturaleza.


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